martes, 1 de noviembre de 2011

“El llamado supremo de Dios para los jóvenes”

 El llamado supremo de Dios para jóvenes”

“Hijos, obedeced en el Señor a vuestros padres, porque esto es justo. Honra a tu padre y a tu madre, que es el primer mandamiento con promesa para que te vaya bien, y seas de larga vida sobre la tierra.” (Efesios 6:1-3)


¿Qué dice la Biblia sobre la relación del hijo con su padre?
En Éxodo 20:12 encontramos: “Honra a tu padre y a tu madre, para que tus días se alarguen en la tierra que Jehová tu Dios te da.” y  en Efesios 6:2-3 Pablo nos deja ver un poco más acerca del tema: “Honra a tu padre y a tu madre, que es el primer mandamiento con promesa; para que te vaya bien, y seas de larga vida sobre la tierra.”  Así que Dios en su infinita misericordia y bondad no solo nos dejo un mandamiento para que nos comportemos adecuadamente y así le podamos agradar, si no que increíblemente añadió a la bendición de la obediencia una promesa, (v.3) ¡el hijo que honra a sus padres le va bien, y viven más años!
Definamos (según el Diccionario Bíblico VINE) la palabra honra: preferir, enaltecer, sentirse orgulloso. 
El escritor Pfeifer lo dijo de la siguiente manera “Un hombre (hijo/a) se halla obligado a honrar a sus padres como a Dios, y a asumir sus responsabilidades hacia ellos…”
Honrar a tu padre y a tu madre incluye:
1.- Respeto a sus personas, apreciándoles interiormente con una estima que se exprese exteriormente en todo tiempo en nuestra conducta.
2.- Obediencia a sus mandatos legítimos, así se nos dice en Efesios 6:1-3, desde un principio de amor. Aunque llegues a decir:  No quiero, arrepiéntete y obedece (Mateo 21:29)
3.- Sumisión a sus reproches, instrucciones y correcciones no solo a los buenos y amables, sino también a los difíciles e impertinentes, hagamos todo esto por conciencia y en el Señor Jesús. Esforzándonos para servir de alivio y consuelo a nuestros padres, haciéndoles llevadera la vejez (su vida).   
El mandato es claro “honra a tu padre y a tu madre”, no se dejan espacios para pensar: ¿Importa que mis padres no sean cristianos? ¿Debo de honrarlos aun y cuando ellos me den una orden que contradiga lo que Dios establece en su Palabra? ¿Debo de honrarlos aunque ellos me maltraten física o psicológicamente? La respuesta es muy clara, como si un general le dijera a un soldado: ¡Es una orden! Así Dios nos dice: ¡honra a tu padre y a tu madre! Sin excusas ni pretextos, solo hazlo.
Muchas veces hablamos de un “llamado” a desarrollar un ministerio pero muy pocas veces reflexionamos en el llamado supremo de Dios para los jóvenes, Recuerda que tú naciste en esa familia porque Dios en su perfecto plan así lo determino, nosotros como hijos somos prestados a nuestros padres a través de un vinculo de amor para honrarlos, la Biblia no nos llama a nada más y nada menos que, como hijos, honrar a nuestros padres. Es de primera importancia la obediencia, no dependiendo si los padres son o no cristianos, la obediencia que tengamos hacia ellos debe de ser dirigida primeramente por el amor a Cristo (Colosenses 3:23) y después por el amor a ellos. En pocas palabras honrando a nuestros padres honramos a Dios y si los desobedecemos, mentimos, deshonramos, haciendo pesada su vida (en vez de ser una ayuda) estamos quebrando un mandamiento de un Dios celoso.
Podemos ver en el texto base (Efesios 6:1-3) Pablo dice:”obedeced…porque esto es justo.”  Pero este aliento viene a condenarnos ¿Qué pasa si no obedezco a mis padres? Tomando en cuenta que:
(Ef. 6:1)                        Obedeced                                   Es justo
Entonces:                    Desobedecer                                Injusto
Y ¿Qué dice Dios de la injusticia o quebrantar su ley? 1 Juan 3:4 “Todo aquel que comete pecado, infringe también la ley; pues el pecado es infracción de la ley.” Así es, cuando desobedecemos en lo mas mínimo a nuestros padres pasamos por alto la ley, PECAMOS! Y el pecado nos separa de Dios. 
¿Quieres saber que pasa si deshonras a tus padres? En Deuteronomio 27:16 dice: “Maldito el que deshonrare a su padre o a su madre. Y dirá todo el pueblo: Amén.”  ¡Oh cuantas veces no hemos sido malditos por causa de nuestra propia necedad! Piénsalo, ¿ahora entiendes porque no prosperas espiritualmente? ¿Comprendes ahora porque no lo sientes como lo sentías cuando empezaste a asistir a la iglesia? Es momento de arrepentirnos porque cada día hemos desobedecido a nuestros padres y por consecuencia des honramos a nuestro Dios. 
En Conclusión: Honrar a nuestros padres es el llamado supremo de todo joven, antes de buscar un ministerio u otras actividades que hacer dentro de la iglesia, o antes de buscar darle la gloria a Dios en nuestros trabajos, tenemos que entender la importancia de honrar a nuestros padres, ya habrá tiempo para todo (Eclesiastés 3) , pero debemos iniciar el rescate de este llamado, fundar la base de nuestras vidas honrando a nuestros padres, esto es de vida o muerte, el cielo o el infierno, tú decides, obedeces a tus padres o no.   
                                                                                                        Por: David González.