Grosso modo... ¿Si confesares con tu boca?
Que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo. Porque con el corazón se cree para justicia, pero con la boca se confiesa para salvación.
-- Romanos 10: 9-10
Esta es una de las partes más hermosas de la Biblia, que muestra la manera en que una persona puede llegar a ser salvo. Aunque si bien en estos versículos no se nos explica a profundidad las dinámicas soteriológicas (dinámicas que se efectúan en la salvación), nos deja ver “un lado de la moneda”, solo quiero diferenciar dos tipos de puntos de partida, podemos ver la salvación desde dos perspectivas, de Dios hacia el hombre, y del hombre hacia Dios.
Mirar la salvación de Dios hacia el hombre trata de comprender a través de la Biblia cómo Dios desde un inicio nos hizo con la capacidad de pecar, como preparó un pago por el pecado del hombre, como tomó forma de hombre para rescatarnos, como vivió en esta tierra, la manera en que tendría que ser pagado el precio, etc., etc., y etc., Mirar la salvación del lado del hombre es un poco más simple, porque prácticamente el hombre no puede hacer nada para ser salvo porque
“por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios;” , Efesios 2:8. La manera más sencilla de comunicar o explicar la salvación es desde éste “lado de la moneda”, podemos decir cómo se efectuó en nosotros sin necesidad de utilizar palabras rebuscadas la obra de Cristo, y estos versículos son un ejemplo. ¿Por qué lo digo?
Existe la costumbre de interpretar Romanos 10:9-10 en un sentido totalmente literal, sin ver el contexto histórico inmediato, la situación político-religiosa que estaban atravesando Pablo y los cristianos al ser escrita esta carta.
Usemos la lógica un poco, Pablo el gran teólogo muy enfático en la salvación solo por la fe, basta con leer Romanos para darnos cuenta, este mismo Pablo ahora nos dice que la salvación es por medio de fe y algo mas, fe y confesión con la boca. ¿Pero que si la persona no puede hablar? , acaso porque la Biblia dice: “con la boca se confiesa” su significado es literal? Claro que no Y Claro que sí!
"Claro que no" porque no quiere decir que si haces una oración eres salvo, o que gritando: ¡Creo en Jesús!, eres salvo, como si fuera una fórmula mágica o un conjuro. Lo que Pablo quiso decir o mostrar es una relación dicho-hecho, si crees entonces confiesas al mundo que Jesús te salvó.
Lo primero que debes hacer es confesar con su boca a Jesucristo como Señor. Eso significa más que reconocer que Jesús es el Señor, más que decir que Jesucristo es Dios. Después de todo, Santiago 2:19 dice que hasta los demonios saben que Dios es el soberano del universo pero ese conocimiento no los salva.
Confesar a Jesucristo como Señor quiere decir que recibe activamente la verdad de que Cristo es tu Señor y Soberano. Hacer esa confesión significa expresar en voz alta delante de los demás su profunda convicción personal, sin reservas, de que Jesucristo es tu dueño.
Jesús dijo: “Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo” (Lc. 9:23). Esa es una afirmación asombrosa, considerando el modo en que las personas piensan acerca de la función de Jesucristo en su vida hoy, El evangelio no es acerca de la satisfacción de sí mismo, como muchos suponen. Es acerca de la abnegación. Nadie puede confesar a Jesucristo como Señor y decir: “Muy bien, Jesucristo, voy a dejarte entrar en mi vida y quiero que me hagas una persona de éxito y mejores mi matrimonio y reduzcas mi falta de habilidad en el golf”. El evangelio no es acerca de Jesucristo que viene a su vida y le da lo que usted desea. Es acerca de ir usted ante Jesucristo y decirle: “Dios, ten misericordia de mí, pecador. Sálvame”. Es decir: “Jesucristo, te reconozco como mi Soberano, Maestro y Señor. Me aparto de mis propios deseos y mi propia necesidad de controlar mi vida. Me someto a todo lo que quiera para mí”.
El joven rico no haría eso (Lc. 18:18-27). Jesús le dijo que hiciera una cosa: Vende todo lo que tienes y dalo a los pobres y luego sígueme. Usted no se salva por deshacerse de su dinero. Lo que Jesús quería era probar el compromiso del hombre con Jesús como su Señor. Él le pudo haber pedido que hiciera centenares de cosas distintas pero Jesús escogió algo que él sabía que probaría su disposición a negarse así mismo. El joven rico no pudo someterse al gobierno de Cristo sobre él. No pudo confesar de esa manera que Jesucristo era el Señor de su vida. Se fue triste y sin la salvación.
Lo segundo que debe hacer para ser salvo es creer en su corazón que Dios resucitó a Jesucristo de los muertos. Creer en la resurrección quiere decir que usted también cree que Jesucristo murió en la cruz y resucitó de los muertos como la señal de que en realidad es el Mesías, levantado finalmente a la más elevada posición para gobernar con el Padre. Dios el Padre puso el sello de aprobación divina sobre la perfecta obra de Jesucristo, su vida sin pecado y su muerte expiatoria, cuando lo resucitó de los muertos. La resurrección fue la validación suprema de su ministerio y de su identidad.
Usted será salvo solo cuando haya reconocido y aceptaro a Jesucristo como su Señor y haya creído que su muerte en la cruz fue el sacrificio eficaz por su pecado, validado por su gloriosa resurrección. Usted cree con su corazón y es justificado ante Dios; usted confiesa con su boca y confirma esa realidad.